Aprende a mirar - Devocional 17 de Octubre de 2022-
Alzaré mis ojos a los montes;
Alzaré mis ojos a los montes;
“Pues Dios no es injusto. No olvidará con cuánto esfuerzo han traba- jado para él y cómo han demostrado su amor por él sirviendo a otros creyentes como todavía lo hacen.”
“Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.”
“Lo más importante de todo es que sigan demostrando profundo amor unos a otros, porque el amor cubre gran cantidad de pecados.”
“Pues Dios no es injusto. No olvidará con cuánto esfuerzo han traba- jado para él y cómo han demostrado su amor por él sirviendo a otros creyentes como todavía lo hacen.”
“Diles que hagan el bien, que se hagan ricos en buenas obras, que den con alegría y que estén dispuestos a compartir. Si así lo hacen estarán acumulando un tesoro en el cielo que será una base firme para el futu- ro. Entonces podrán tener la verdadera vida”.
“El que es generoso prospera, el que reanima será reanimado.” Proverbios 11:25 (NVI)
“Dado que ustedes sobresalen en tantas maneras—en su fe, sus orado- res talentosos, su conocimiento, su entusiasmo y el amor que reciben de nosotros—quiero que también sobresalgan en este acto bondadoso de ofrendar.”
“Pues Dios no es injusto. No olvidará con cuánto esfuerzo han traba- jado para Él y cómo han demostrado su amor por Él sirviendo a otros creyentes como todavía lo hacen.”
“Y eran las cinco de la tarde cuando el dueño fue de nuevo a la plaza, y vio a otros hombres desocupados. Entonces les preguntó “Por qué han estado ahí todo el día sin hacer nada?”
“Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo enel Señor no es en vano.” 1° Corintios 15:58 (RV1960)
¡Qué feliz es el que teme al Señor, todo el que sigue sus caminos! Goza- rás del fruto de tu trabajo; ¡qué feliz y próspero serás! Tu esposa será como una vid fructífera, floreciente en el hogar. Tus hijos serán como vigorosos retoños de olivo alrededor de tu mesa. Esa es la bendición del Señor para los que le temen. Que el Señor te bendiga continuamente desde Sion; que veas prosperar a Jerusalén durante toda tu vida. Que vivas para disfrutar de tus nietos. ¡Que Israel tenga paz! Salmos 128 (NTV)
“Pídeme, y te daré por herencia las naciones, y como posesión tuya los confines de la tierra”.
“El amor debe ser sincero. Aborrezcan el mal; aférrense al bien. Ámense los unos a los otros con amor fraternal, respetándose y hon- rándose mutuamente. Nunca dejen de ser diligentes; antes bien, sirvan al Señor con el fervor que da el Espíritu. Alégrense en la esperanza, muestren paciencia en el sufrimiento, perseveren en la oración. Ayu- den a los hermanos necesitados. Practiquen la hospitalidad. Bendigan a quienes los persigan; bendigan y no maldigan. Alégrense con los que están alegres; lloren con los que lloran. Vivan en armonía los unos con los otros. No sean arrogantes, sino háganse solidarios con los humildes. No se crean los únicos que saben.”
“Espero ir pronto a verte, pero te escribo estas cosas. Para que, si me tardo, sepas como hay que comportarse en la familia de Dios, que es la iglesia del Dios vivo, columna y sostén de la verdad.” 1°Timoteo 3:14-15 (NBV)
Jesús le dijo: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamien- to. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Mateo 22: 37-39 (RV1960)
“No sólo escuchen la palabra de Dios; tienen que ponerla en práctica, de lo contrario solamente se engañan a sí mismos.” Santiago 1:22 (NTV)
“Amigos míos, elijan estar felices aun cuando se atraviesan todo tipo de problemas en su camino, porque ustedes saben que la paciencia surge al enfrentar desafíos en cuanto a su fe en Dios. Que su paciencia se fortalezca tanto como sea posible, para que estén completamente maduros, sin ningún defecto.” Santiago 1: 2-4 (VBL)
“Por tanto, amados míos, ya que siempre han obedecido, no sólo en mi presencia, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocúpense en su sal- vación con temor y temblor, porque Dios es el que produce en ustedes lo mismo el querer como el hacer, por su buena voluntad.” Filipenses 2: 12 – 13 (RVC)