25 - LA RECOMPENSA POR NUESTRO ESFUERZO

Escrito el 09/08/2022
Tiempo para Soñar


“Pues Dios no es injusto. No olvidará con cuánto esfuerzo han traba- jado para él y cómo han demostrado su amor por él sirviendo a otros creyentes como todavía lo hacen.”
Hebreos 6:10 (NTV)

¿Qué pasa dentro nuestro cuando servimos?
A veces, cuando ayudamos otros y atendemos necesidades de alguien más, en nuestro interior surge el interrogante de por qué lo hacemos, o que ganamos haciendo eso. Podemos creer que tal vez nadie lo note, y llegar a pensar que lo que hacemos no tiene valor o importancia.
Sin embargo, a medida que permanecemos y somos constantes en la práctica del dar (dando de nuestro tiempo, dando de nuestros bolsillos o darnos al exponernos para sanidad de otros), vamos experimentando como nuestro corazón se va ensanchando y madurando hacia la forma del amor genuino, desinteresado, constante, cercano y fiel, como es el de nuestro Papá.

Debemos dar nuestro servicio desde el amor, desde el agradecimiento que tenemos a Dios y hacia las personas. Cuando el amor es la moti- vación y logramos despojarnos de todo otro incentivo, podemos crecer a un mayor entendimiento del propósito del servicio. Por su gracia podemos ver el alcance y experimentar el placer superior, que es Cristo, la recompensa misma. Entrar en esa dimensión implica no conformarnos no aflojar, no rendirnos.
Él es fiel, y el primer interesado en sanarnos, equiparnos y establecernos en su propósito.
No nos cansemos de hacer el bien, no desmayemos, estemos atentos al otro que necesita un empujón para seguir en este río de amor.
Él es nuestra recompensa.

Para reflexionar:
¿Qué sentimientos se generan dentro tuyo cuando tenés que esforzarte un poquito más de lo que esperabas para servir?
¿Te recordás a vos mismo que servir a otros es servirlo a Dios? ¿Confiás en que Él paga bien?